martes, 28 de septiembre de 2010
CLARINETE:
El clarinete es un instrumento musical de la familia de los aerófonos. Dentro de la orquesta se encuentra en la sección del viento-madera, junto a la flauta, el oboe, el corno inglés, el fagot y el saxofón.
Historia
El clarinete tiene su origen en un antiguo instrumento popular francés: el chalumeau, que era un instrumento de lengüeta simple con 7 agujeros. En el siglo XVII un clarinetista alemán llamado Johann Christoph Denner le agregó una llave para el pulgar de la mano izquierda (portavoz), que permitía producir una nueva gama de sonidos, una duodécima por encima de la nota original. Esto marca el comienzo de la evolución del instrumento hasta su estado actual, en el que hay fundamentalmente dos tipos de clarinetes según el mecanismo: el sistema Boehm usado en casi toda Europa, Asia y América y el Öhler utilizado en Alemania, Austria y algunos países de ese entorno.
Igualmente el clarinete ha participado de la revolución musical que supuso, y supone, el jazz. Desde su integración incontestable en las primeras agrupaciones jazzísticas y en las big bands hasta la existencia de grandes instrumentistas de jazz que tomaron el clarinete como vehículo de expresión.
TIPOS DE CLARINETES:
Existe toda una familia de clarinetes según el registro: desde sopraninos afinados en mi bemol o fa, hasta octocontrabajos afinados en si bemol. Los más utilizados son:
el sopranino en mi bemol (también llamado requinto y pitu montañés en Cantabria),
soprano en do, si bemol y en la,
alto o contralto (en mi bemol),
bajo (en si bemol) y
contrabajo en si bemol.
Además hemos de agregar dos tipos de clarinetes muy utilizados durante el clasicismo musical (que son justamente los utilizados en la mayor parte de las obras de Mozart):
el clarinete di bassetto (afinado en la), y
el corno di bassetto (afinado en fa).
En los inicios, y debido a la dificultad del clarinete para poder interpretar en tonalidades con varias alteraciones, por su primitivo estado de evolución, era frecuente la utilización de tres clarinetes: do, si bemol y la, dependiendo de la tonalidad de la obra o movimiento. Aún hoy son habituales, fundamentalmente en el repertorio operístico y en la música contemporánea.
Casi todos estos instrumentos son transpositores. La razón más plausible es que, tras la evolución del clarinete en los siglos XIX y principios del XX, al adquirir la capacidad para tocar en todas las tonalidades, el clarinete soprano en do (hoy en desuso) era demasiado estridente, por su gran contenido de armónicos agudos, por lo que se prefirió el clarinete en si bemol (el más empleado) y en la (con una sonoridad mucho más dulce y oscura que el clarinete en si bemol). Una vez fijado el soprano de la familia, los demás miembros se establecieron en relación a éste.
Descripción
El clarinete pertenece, al igual que la flauta, el oboe y el fagot, a la familia orquestal del viento-madera. Es un aerófono de lengüeta simple. Se construye en madera,[1] ebonita[2] o ABS y su perfeccionamiento, en el siglo XIX, con un sistema de llaves mejorado le situó en un lugar privilegiado entre los instrumentos. La belleza de su timbre lo hace apto para interpretar pasajes como solista además de ser un instrumento de enorme agilidad.
Se compone de:
Una boquilla (que normalmente está fabricada en ebonita o en cristal) con una lengüeta (o caña) sencilla sujeta a ella por una abrazadera.
Un tubo de orificio cilíndrico compuesto por varias piezas de madera dura (ébano o granadilla) o resina sintética llamadas barrilete, cuerpo superior y cuerpo inferior. En los cuerpos superior e inferior existen agujeros y llaves, que se tapan o se presionan con los dedos, algunos agujeros se cierran con las llaves presionadas o sin presionar.
Un pabellón o campana.
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